26/Había que encontrar

 





Había que encontrar lo que era vetado a los ojos y a la rutina


había, escondidos, amaneceres por revelarse

aguardando a los audaces




Cualquier incertidumbre generada por la libertad sería preferible al encierro de la constricción



entonces


solo a la autopista y solo de vuelta



los hallazgos cada vez más recónditos, cada vez más difíciles

la luz cada vez más esquiva




Volver a casa, descansar la mirada

redimirse de la osadía de haber querido fracturar la inercia asfixiante de los días


fracturar el propio cráneo


sucumbir al ataque intermitente de la luz




- no era el dinero, no, era la tristeza,



sí, a veces el cuerpo se detiene en medio de la tormenta de los días y se abre en canal,


entonces, no hay sesgo válido que activar ni lectura que repare lo quebrado;



sí, a veces el cuerpo flaquea y toca asumir la convulsión


entonces, no hay forma de estar que no sea a un lado, mirando hacia la luz buscando constatar su existencia,


asumiendo lo oscuro para imaginar de nuevo un faro que haga posible levantarse -




Luego el silencio

la llamada de los peces y el rechazo del abismo

el vértigo ante las profundidades



Luego el silencio


Ni la felicidad ni el futuro eran, al fin, más que palabras que hacían posible atravesar un presente en el que ya el cuerpo y su mecánica eran la única verdad




Techo abovedado el paladar del cerebro


si crecen dentro los pilares es porque existen, mientras existan



Se define la estructura siempre caduca del pensamiento


Las neuronas dibujan el crecimiento del árbol hacia ningún sitio y la apertura del cráneo hacia el sol




Para qué alas tan grandes que no permitan volar


-sesgo de autoservicio, sí, pero caminando aún-,


el cráneo se abre solo como una flor y pasa la mirada a fundirse con el cielo




No es mucho lo que tengo por decir


26 años, pierdo todo el tiempo que puedo -qué otra forma de sentir que lo controlo...-


Corro por las noches para escapar de la melancolía


Uso los espejos las ventanas para saber que sigo ahí, para saber qué soy en cada momento


No sé casi nada sobre nada que importe


No es mucho lo que puedo contar, pero, mientras viva, busco la mejor manera de expresar ese vacío,


y, lo que venga…


Nick con 64 años, dos hijos muertos, sobrevivido a la heroína, un día de septiembre tocando en un escenario de la otra punta del mundo y comulgando aún con la vida


Fiona pasó cinco años sin escuchar música nueva y luego sacó el Fetch the Bolt Cutters


Lana saca sus discos y son bizarros e imperfectos, con el tiempo, cobran sentido


John se quedó dormido y despertó en medio del incendio


¿Es eso lo que requiere asomarse a la plenitud?¿Cuántas veces toca sobrevivir? Si acaso bastase la vida tan solo para encontrar las palabras justas…

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