territorial pissings
Configurar los ojos para legitimar la existencia / silenciar la voz de su arbitrariedad
Buscaba un lugar cierto
pronto descubrí que eso no existía / pero uno sigue vivo, y, a la fuerza / encuentra los espacios en que cobijarse
Yo no creí/no creo en la rutina por necesaria que fuese/que sea
fracaso estrepitoso en cada intento de asumirla como algo que recibir feliz
El día a día es una máquina de desarmar los cuerpos
Nunca es el objetivo tan solo alcanzar el día siguiente, hasta que lo es
entonces se convierte el tiempo en un bloque y los ojos se secan
a dónde voy
no hay lugar que me contenga/no puede mi cuerpo asumir ese marco
a dónde si desmonté el relato de los espacios
a dónde si no amo más allá de a quienes amo
Escenario borroso de los días vividos a contracorriente
sí, la mirada sociológica la señalización del contexto, del sesgo y del agravio
y cuando el día acaba, la carga del dolor ante un mundo que sigue doliendo
El cuerpo peso/vehículo/nombre que reimaginar
podría ser otro el lenguaje que diese cuenta del acto de andar
perspectiva que valide los pies, los pasos
no es el sexo, no, es la belleza
y otro cuerpo solo si el mío agoniza
Cuerpo roto cuerpo extraño cuerpo
Cada día levantando, pesadas, las piernas, trazando de huellas los lugares que dijeron que podía transitar, limpiando de distorsión al espejo, construyendo el espejo ab initio, destrozando el espejo
Negociación incesante entre la voz que se incorpora con esfuerzo
y el oleaje sordo de la realidad
*Territorial Pissings es el nombre de una canción del grupo Nirvana, incluida en su álbum Nevermind (1991).
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